El Gobierno de Hong Kong pidió hoy al movimiento "Occupy Central" que ponga fin "inmediatamente" a la ocupación de las calles de la ciudad, especialmente en torno a las oficinas oficiales, mientras que la policía advirtió de que habrá "serias consecuencias? si los manifestantes intensifican sus protestas".

Las autoridades locales dijeron, en una conferencia de prensa y un comunicado, que mañana intentarán reabrir la administración tras los dos días festivos (ayer y hoy), para reanudar la actividad de los funcionarios.

El Gobierno y la policía honkonguense apelaron a los congregados ante los edificios oficiales "a que no bloqueen el acceso y se dispersen de forma pacífica lo antes posible", indica el llamamiento, que insistió en que "Occupy Central" y otras organizaciones implicadas "cesen inmediatamente todas las actividades de ocupación".

El gobierno instó a los manifestantes para que los 3.000 empleados de la administración pública que ejercen su actividad en las oficinas gubernamentales centrales puedan volver mañana a sus puestos de trabajo.

Las autoridades respondieron así al anuncio de algunos organizadores de que intensificarán sus protestas y el acoso en las inmediaciones de los edificios gubernamentales, e incluso pueden tratar de ocuparlos, si el jefe del ejecutivo, Cy Leung Chung-ying, no dimite antes de la medianoche de hoy.

El superintendente de la policía de Hong Kong, Steve Hui, advirtió hoy en rueda de prensa de que podría haber "serias consecuencias", si los organizadores de las protestas deciden intensificar su acoso a los edificios del gobierno.

Hui avisó de que desde su departamento se tomarán medidas "firmes" contra los actos violentos y no descarta el uso "apropiado" de la fuerza si la situación lo requiere.

Desde el departamento de Educación del ejecutivo local se anunció esta jornada también que las clases en los colegios y centros educativos de la zona centro y oeste de la ciudad permanecerán canceladas durante mañana viernes.