Tazones vivió ayer otro desembarco, el del hispanista Joseph Pérez, premio "Príncipe de Asturias" de Ciencias Sociales. La localidad asturiana en la que pisó por vez primera tierra española Carlos V se transformó una vez más para crear ambiente de siglo XVI y acercarse, aunque sea en la superficie estética, a aquel Tazones que un buen día de 1517 se despertó con una flota en el horizonte. ¿Los turcos? No, por fortuna. Era la flota del nieto de los Reyes Católicos, un adolescente llamado a reinar en el mundo.

"Aquel día se abrió una nueva era para Europa", dijo Joseph Pérez desde el balcón engalanado, frente al puerto, donde le instalaron un micrófono.

Pérez, uno de los grandes expertos en la España de los siglos XV y XVI, había estado antes en Villaviciosa, donde participó en una charla en la sede cultural que se levanta donde en su día Carlos V pasó su primera noche española, la casona de los Hevia, de la que tan sólo queda el recuerdo.

Allí el premio "Príncipe de Asturias" habló de aquel Carlos que llega joven, sin saber una palabra de español, "pero que llega a encariñarse con España hasta el punto de querer morir en esta tierra". Carlos, "que de alemán tenía muy poco, ni siquiera el idioma", es a la vez continuismo y ruptura respecto al reinado de Isabel y Fernando. La monarquía manda, es la idea de los Reyes Católicos que Carlos V recoge. "Pero Carlos V llega con un concepto distinto del reino, más patrimonial", apuntó Pérez.

El hispanista habló de la leyenda negra contra la España de Felipe II. "Se denuncia lo que hoy llamaríamos imperialismo y a los que querían mandar en todo", explicó. Pero después hay otras leyendas negras que competen a España pero no exclusivamente. "Se critica a las naciones del catolicismo romano, y es un fenómeno que se inicia en el siglo XVII y llega al XX. Es la idea de que los países del Norte son los progresistas, los que cuidan la ciencia y los tolerantes".

El tercer elemento de la leyenda negra es aún más oscuro y "roza el racismo". Se sustenta en la idea "de que la civilización es cosa de la raza germánica y anglosajona". La descalificación de lo latino y mediterráneo.

Joseph Pérez estuvo acompañado en la charla por los historiadores Fernando Manzano y Álvaro Solano. Pérez dio como cierta una anécdota unida a la biografía de Carlos V: "El emperador quería a toda costa recuperar la Borgoña, territorio que había sido de sus padres y abuelos y que él consideraba suyo. En un momento reta a duelo al propio Francisco I de Francia. Le dijo: el que venza se queda con la Borgoña, para qué van a morir tantos hombres en una guerra". Ni qué decir que Francisco no aceptó ese arranque de medievalismo de su gran rival en Europa.

Piensa el hispanista francés que Carlos V murió con la sensación de fracaso. "No logró la unión europea frente a Lutero y tampoco pudo acabar con el peligro de los turcos". Argelia se le resistió.

En Tazones a Joseph Pérez lo recibieron con música de gaita, mucho atuendo del siglo XV, niños vestidos de marineros y una invitación, la que le hizo el alcalde de Villaviciosa, José Manuel Felgueres, para que vuelva a Asturias en 2017 cuando se celebren los 500 años del desembarco real.

"Gracias por rememorar aquellos primeros pasos del emperador en España y por hacerlo con tanto cuidado y devoción", les dijo Joseph Pérez (1931) a los vecinos que ayer se vistieron de época y que le brindaron un aplauso que sonó a gloria, acompañado del rumor de la marea.

Cristina Carneado, presidenta de la Asociación del Primer Desembarco, perfiló el Tazones que recibió al monarca hace casi cinco siglos. "Un pueblo humilde, de balleneros, desde donde salían para Francia o Inglaterra barcos con cesterías y naranjas amargas". "Entramos en la Historia casi por casualidad", señaló. La Historia es eso, casualidad.