"No encontramos campos magnéticos relevantes ni infrasonidos. Todos los aparatos estuvieron doce horas, pero lo que sí obtuvimos en el generador de números aleatorios fueron unas gráficas totalmente anormales. Además, ocurrió a partir del momento en el que nos fuimos. Es como si alguien o algo se hubiese puesto de juerga según nos abandonamos el local", ha señalado el doctor José Miguel Gaona.