CaixaBank y la Fundación Bancaria La Caixa dejarán de ser un grupo bancario único

CaixaBank y la Fundación Bancaria La Caixa separan sus caminos. Se ha llegado a un acuerdo con el Banco Central Europeo (BCE) por el cual la autoridad bancaria europea dejará de considerar a La Caixa un grupo bancario. Hasta ahora eso lastraba las obligaciones de capital ya que al considerar a La Caixa un grupo bancario implicaba consumos de capital extraordinarios por las participaciones de capital industriales, como Gas Natural (34%) o Abertis (19%). Por ejemplo, los test stress europeos los pasaba La Fundación, no CaixaBank. A partir de ahora, ya no será así una vez que se alcancen los compromisos previstos.

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Criteria, el holding que controla las participadas, ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) que ha solicitado al BCE la hoja de ruta para desconsolidar el grupo bancario La Caixa y, por lo tanto, separar en términos contables y de tutela financiera la Fundación Bancaria y Criteria, por un lado; y CaixaBank, por otro.

Legalmente hay cinco años para aplicar estos cambios, si bien Criteria se compromete a rebajar su participación en CaixaBank al 40% a finales del 2017. Actualmente tiene el 56,8%, si bien cuando se traspasen a Criteria Inbursa y Bank East of Asia (BEA) y se aplique un bono canjeable este porcentaje se reducirá al 48,9%. Por tanto, La Caixa tendrá que vender un 8,9% añadido de CaixaBank en ese período y dar entrada a nuevos accionistas.

Rebajar la participación en CaixaBank es una de las condiciones, tal vez la más espectacular, pero no la única. El nuevo mapa para este divorcio amistoso implica limitar el número de consejeros dominicales de Criteria en CaixaBank, que sólo podrán ser el 40% del consejo. Además, según consta en el comunicado “en los nombramientos de consejeros por cooptación por el propio consejo, los consejeros dominicales de CriteriaCaixa sólo deberán votar a los consejeros propuestos por CriteriaCaixa absteniéndose respecto a los demás”

Critera también se compromete a reforzar el papel de los consejero independientes de CaixaBank, a través del nombramiento de un consejero coordinador “con amplios poderes que incluyan las relaciones con los accionistas en temas de gobierno corporativo”.

Limitación de la deuda

También se limitan los vínculos crediticios de CaixaBank con su accionista de referencia. Para que el BCE deje de considerar a CaixaBank y la Fundación Bancaria La Caixa un grupo bancario único, el banco deberá dejar de financiar a Criteria y a su matriz. En 2017 o cuando se produzca la desconsolidación la deuda de Critera con CaixaBank tendrá que limitarse a un 5% del capital total del banco. Es decir, deberá situarse en el entorno de los 1.100 millones. Y un año después deberá ser cero.

En la actualidad la deuda de Criteria con CaixaBank suma 1.858 millones, según consta en las últimas cuentas del holding. A esa cifra habría que añadir 100 millones más que la Fundación Bancaria adeuda al banco que controla.

Ventajas para La Caixa

Cerrar este acuerdo implica diversas ventajas para La Caixa: la primera que desaparecerá la tutela del BCE sobre Criteria. Además, Criteria gana libertad de inversión en sus participadas o en otras empresas, ya que ahora no tendrá que tener en cuenta los consumos de capital que hasta ahora estaban perjudicando la posición financiera del banco.

El comunicado no lo menciona pero hay una condición que sigue pesando sobre CaixaBank. Y es que su presidente, Isidre Fainé, ha de afrontar la disyuntiva de dejar su puesto para seguir como máximo cargo de la Fundación Bancaria La Caixa, o salir de la fundación para permanecer en el banco. Todo apunta a que Fainé optará por la primera alternativa y se quedará como presidente de la Fundación. Tiene de plazo hasta el 30 de junio del próximo mes.