Actualizado 29/03/2017 07:31

Caso Degollados, el triple asesinato por el que Chile exigió verdad y justicia

Caso Degollados
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   SANTIAGO, 29 Mar. (Notimérica) -

   En Chile se conoce como el caso Degollados el secuestro y asesinato de los tres miembros del Partido Comunista chileno, Manuel Guerrero Ceballos, Santiago Nattino y José Manuel Parada Maluenda. El suceso tuvo lugar el 29 de marzo de 1985, a finales de la dictadura militar del general Augusto Pinochet.

   Antes de llevarse a cabo el triple asesinato, los jóvenes fueron secuestrados por agentes de la Dirección de Comunicaciones de Carabineros (DICOMAR). Cuatro meses después, la investigación condujo a la detención de dos coroneles, un comandante, dos capitanes y dos oficiales de Carabineros. Finalmente, el 2 de agosto de ese mismo año, el caso provocó la dimisión del general director de Carabineros y miembro de la Junta de Gobierno, César Mendoza.

   Los militantes comunistas luchaban contra el régimen y Parada Maluenda, en concreto, recababa información sobre el actuar del Comando Conjunto. Este organismo estaba formado por civiles de extrema derecha y desempeñaba un papel clave en la persecución y eliminación de los miembros del Comité Central del Partido Comunista.

   En esos momentos Chile vivía sumido en la dictadura militar encabezada por Pinochet, iniciada con el golpe de estado del 11 de marzo de 1973. Tras derrocar al presidente Salvador Allende, Pinochet asumió el mando de la Junta Militar de Gobierno, inicialmente conformada junto a José Toribio Merino, Gustavo Leigh y César Mendoza en la representación de la Armada, la Fuerza Aérea y Carabineros, respectivamente.

   Durante este periodo se cometieron sistemáticas violaciones a los Derechos Humanos, registrándose más de 28.000 víctimas de prisión política y tortura, más de 2.000 ejecutados y más de 1.200 detenidos desaparecidos.

TRIPLE CRIMEN

   El suceso, del que este miércoles se cumplen 32 años, tuvo lugar cuando tres individuos bajaron de un vehículo Station Wagon Opala y apresaron a los militantes comunistas. Estos fueron conducidos a un cuartel secreto del centro de Santiago donde fueron esposados y torturados, según relataron los periodistas chilenos Andrea Insunza y Javier Ortega.

   Se conoce que el conductor del vehículo era el miembro de Carabineros Claudio Salazar Fuentes, que el pasado mes de diciembre consiguió la libertad condicional pese a estar condenado a cadena perpetua por su participación en el asesinato de los tres militantes comunistas.

   Guerrero, Nattino y Parada Maluenda fueron asesinados uno a uno y de una forma muy cruenta. Tras el homicidio, dos campesinos encontraron los cadáveres y siete horas más tarde fueron enviados al Instituto Médico Legal, donde sus familiares les esperaban para reconocer la identidad de los cuerpos.

   El caso Degollados fue uno de los últimos episodios contra los disidentes al régimen dictatorial de Pinochet, por el que muchos chilenos salieron a la calle en señal de protesta. Con pancartas que exhibían mensajes como "Y había terrorismo de estado", "Y Carabineros era culpable", en las calles de Santiago se comenzaba a palpar un sentimiento de rechazo hacia la dictadura.

   El asesinato de Guerrero, Nattino y Parada Maluenda daría comienzo a una oleada de protestas que exigían un cambio de rumbo en la política, que se vería reflejado con el plebiscito del 5 de octubre de 1988, cuando el pueblo chileno le denegó a Pinochet un nuevo mandato.

   Como consecuencia, al año siguiente se celebraron elecciones presidenciales democráticas y la dictadura militar acabó el 11 de marzo de 1990 con la entrega del mando del general al que sería el nuevo presidente de Chile, Patricio Aylwin, momento en el que dio comienzo un nuevo periodo histórico que todavía hoy continúa.