El Ministerio de Defensa ruso ha reconocido que uno de sus aviones violó el pasado sábado el espacio aéreo turco y lo achacó a las malas condiciones meteorológicas, aunque garantizó que ya se han tomado las medidas para que incidentes como ése no se repitan en el futuro.

"El 3 de octubre, al concluir un vuelo de combate y durante una maniobra sobre una zona boscosa de montaña, un avión ruso Su-30 penetró por un corto espacio de tiempo, por unos segundos, en el espacio aéreo turco", dijo a Interfax el portavoz del Ministerio de Defensa para la operación militar rusa en Siria, Ígor Konashenkov.

El general ruso explicó que la base aérea de Jmeimim, a la que se dirigía el Su-30 tras completar su misión, se encuentra a unos 30 kilómetros de la frontera sirio-turca y que, con determinadas condiciones meteorológicas, el aterrizaje se debe abordar desde el norte, una zona muy próxima a Turquía.

"De esta manera, este incidente es consecuencia de unas condiciones meteorológicas adversas en esa zona. No hay que buscar otras causas", subrayó.

En cualquier caso, aseguró Konashenkov, el mando de la aviación rusa en Siria "ha tomado todas las medidas pertinentes para evitar estos incidentes de aquí en adelante".

El Consejo del Atlántico Norte, el máximo órgano de decisión de la OTAN, instó a Rusia a detener "inmediatamente" sus ataques contra la oposición y civiles en Siria y a "centrar sus esfuerzos en combatir" al grupo terrorista Estado Islámico (EI).

Los embajadores aliados, reunidos de urgencia a petición del secretario general de la organización, Jens Stoltenberg, después de que un avión ruso violara el espacio aéreo turco en una de sus incursiones en Siria, pidieron a Moscú "que promueva una solución del conflicto a través de una transición política".

Solicitaron además explicaciones a Rusia sobre esa infracción e instaron a Moscú a que "cese y desista" de nuevas violaciones del espacio aéreo aliado.

Los países miembros de la Alianza expresaron en un comunicado difundido tras el encuentro su "profunda preocupación" por la escalada militar rusa en Siria y, "especialmente, por los ataques de las Fuerzas Aéreas Rusas" en las ciudades sirias de Hama, Homs e Idlib, que "han provocado víctimas civiles y no han tenido como objetivo a Daesh", como también se conoce al Estado Islámico.

"Los aliados piden a la Federación Rusa que detenga inmediatamente sus ataques a la oposición siria y a los civiles, que centre sus esfuerzos en combatir al Estado Islámico y que promueva una solución al conflicto a través de una transición política", declararon.

En su opinión, las acciones militares de Rusia "han alcanzado un nivel más peligroso con las recientes violaciones del espacio aéreo turco el 3 y 4 de octubre" en la región de Hatay por parte de aeronaves SU-30 y SU-24 de las fuerzas aéreas rusas, según la OTAN.

"Los aviones en cuestión entraron en el espacio aéreo turco a pesar de que las advertencias claras, oportunas y repetidas de las autoridades de Turquía", especificó la Alianza.

De acuerdo con las prácticas de la OTAN en estos casos, aviones de combate turcos "respondieron a estas incursiones" tratando de identificar al intruso, después de lo cual "los aviones rusos salieron del espacio aéreo turco".

"Los aliados protestan enérgicamente ante estas violaciones del soberano espacio aéreo turco y condenan estas incursiones y violaciones del espacio aéreo de la OTAN", recalcaron, a la vez que subrayaron el "peligro extremo de tal comportamiento irresponsable".

Por ello, instaron a Rusia a "cesar y desistir" de esos actos y a "explicar inmediatamente estas violaciones".

También pidieron que Moscú "tome todas las medidas necesarias para garantizar que tales violaciones no se produzcan en el futuro".

"La seguridad de la Alianza es indivisible y los aliados mantienen una solidaridad fuerte con Turquía", declararon, al tiempo que aseguraron que continuarán "siguiendo estrechamente" los acontecimientos en las frontera sureste de la OTAN.