Liderazgo

The Wall Street Journal lo tiene claro: “Madrid le ha ganado la partida a Barcelona con el turismo de lujo”

El diario norteamericano destaca el impulso internacional de la capital frente al “modelo Barcelona”, e incide en las excelencias de la arquitectura, los museos, la gastronomía y el aperturismo económico con decenas de hoteles de lujo

Imágenes de la Gran Vía de Madrid desde el Círculo de Bellas Artes
Imágenes de la Gran Vía de Madrid desde el Círculo de Bellas ArtesJesús G. FeriaLa Razon

Nada es casual. Ni sorprendente ni sorpresivo. El éxito de Madrid -y la desidia de Barcelona- ha sido cosa de años. De bastantes años y de dos tipos de políticas turísticas y económicas antagónicas. Sin duda en detrimento de la Ciudad Condal, que en los últimos años arrastra cierto fatalismo, ha tenido mucho que ver la deriva soberanista. El envite al Estado, y a buena parte de su población, ha hundido una ciudad que, en el pasado, ha sido sinónimo de buen vivir y éxito. A ello se han unido las políticas económicas y sociales del Ayuntamiento comandado por Ada Colau. Una suma de factores, entre los que no hay que desdeñar la “turismofobia” anterior a la pandemia que ha desembocado en una imagen poco hospitalaria con el forastero.

Frente a ello, desde el Ayuntamiento de Madrid, durante años, se ha trabajado en favor del impulso a un cierto turismo de calidad. No en vano, la ciudad se ha poblado, en los últimos tiempos, de personas -y capitales económicos- de origen sudamericano. La apuesta por el turismo de lujo, con la apertura de decenas de hoteles de cuatro y cinco estrellas ha aupado a Madrid entre los grandes destinos internacionales. Buenas comunicaciones, calidad de vida, cultura, gastronomía y seguridad han sido la clave de que hoy la capital de España, hasta hace un tiempo “segundona” frente a Barcelona o la costa, se haya convertido en destino elegido de calidad. En este sentido, la prensa internacional sigue rindiéndose a Madrid. Esta misma semana, el prestigioso diario norteamericano “The Wall Street Journal” ha sido el penúltimo medio en destacar lo que alguien llamó “vivir a la madrileña” o el “modelo madrileño”; particularmente “en el segmento de lujo”.

El periódico estadounidense desgrana que “Madrid tiene muchas de esas cosas que uno espera de las grandes capitales europeas: capas y capas de historia, magníficas colecciones de arte, calles majestuosas y arboladas, un sistema de metro muy eficiente y numerosos restaurantes premiados con estrellas Michelin. Sin embargo, ha sido hasta no hace mucho una ciudad relativamente olvidada por los turistas estadounidenses, más centrados en Londres o París”.

Y pone el dedo en la llaga al afirmar que ”Madrid está emergiendo y empezando a brillar con luz propia” frente a una Barcelona “ante la que estaba a la sombra”. Y hace números, pues aunque Cataluña sigue recibiendo a más turistas, “los datos de Madrid muestran que está creciendo con fuerza. Antaño, la capital era más bien una ciudad de paso. Sin embargo, su variedad y hospitalidad están haciendo que cada vez haya más gente que se centre en Madrid. De hecho, cada vez acoge a más personas llegadas de otras regiones o países”.

“En Cataluña hay mucho orgullo catalán, pero Madrid es una ciudad abierta, un cruce de culturas. Nadie es verdaderamente madrileño. Ese carácter abierto ha hecho que cada vez más turistas elijan pasar su tiempo en Madrid. Las agencias de viajes revelan que es una de las ciudades que más sorprende a los visitantes estadounidenses. Madrid está creciendo. Sus calles han mejorado mucho. Se mantiene la arquitectura tradicional, el sabor antiguo… pero la ciudad está limpia, renovada, nueva”, apunta el periódico norteamericano.

Frente a los impedimentos en Barcelona a abrir nuevos hoteles de lujo, el diario estadounidense aplaude proyectos como la transformación de la Plaza de España, en la que se han invertido casi 75 millones de euros para hacer un gran paseo desde Pintor Rosales al Palacio Real, y destaca el cambio total del Mandarin Oriental Ritz, con más de 120 millones de euros de inversión o la apertura en la capital del único hotel de la cadena de superlujo Four Seasons, dentro de la reforma total de la manzana de Canalejas, a un paso de la Puerta del Sol. Un kilómetro cero que, también está en plena renovación, a diferencia de la Barcelona de Colau, hundida en la polémica del aeropuerto de El Prat, el tranvía de la Diagonal o las “superislas” del Ensanche.