La primera teniente de alcalde de Sant Josep, Paquita Ribas, considera que el refuerzo de vigilancia de la Guardia Civil en el aeropuerto comprometido por su nuevo comandante supone «un golpe sobre la mesa» para tratar de evitar la actividad de los taxis pirata en la terminal de es Codolar. «Habrá un antes y un después», vaticina Ribas.

La consellera insular de Territorio y Movilidad, Pepa Costa, insiste en que la lucha contra el intrusismo en transporte en el aeropuerto no se combate sólo con inspectores del Consell, sino que, al ser «un problema de seguridad ciudadana», depende del incremento de la vigilancia policial. «Es un avance muy importante y nos permite confiar en que tendremos una temporada más tranquila en este aspecto y podremos dar una mejor imagen y que los pasajeros vean una cierta normalidad al llegar a Ibiza», señala.

Pepa Marí recuerda que el año pasado había «una discusión» sobre qué cuerpo policial debía llevar a cabo las tareas de vigilancia en el exterior del aeródromo y que, pese a que había bastantes agentes de la Policía Local, «no se cubrían todos los horarios». «Ahora se ha conseguido una implicación muy especial de la Guardia Civil y una coordinación con la Policía Local y la seguridad privada de AENA», resalta.

Por su parte, Paquita Ribas explica que, pese al «intenso trabajo» del verano pasado de la Policía Local en el aeropuerto, se perdía efectividad al no poder intervenir en el interior de la terminal, que es competencia de la Guardia Civil, y donde «se ofrecen» a los recién llegados servicios de taxi pirata. «Da muy mala imagen que, a día de hoy, cuando llegan aviones haya 40 personas que abordan a los pasajeros para que utilicen un transporte ilegal», indica.

La teniente de alcalde de Sant Josep explica que el nuevo comandante de la Guardia Civil ha hecho «una remodelación importante de sus efectivos» y «ha entendido» que hay que «probar este nuevo servicio», que haya una patrulla «continuamente» tanto en el interior de la terminal (al margen de la vigilancia en la primera planta y la zona de recogida del equipaje) como en el exterior, en primera línea, justo después de las puertas. «Se trata de coordinar los esfuerzos para que [los taxistas pirata]no se nos escapen por dentro ni por fuera», indica. «No lo arreglaremos todo. pero al menos se evitará que se pueda hacer el ofrecimiento del transporte ilegal dentro de la terminal», agrega Ribas.

Prueba en Semana Santa

El nuevo dispositivo arrancará en Semana Santa como «una prueba». «La idea es que no suceda como el año pasado y que se instaure en el aeropuerto desde Semana Santa. Hay que lanzar un mensaje: estamos aquí y no nos iremos. A ver si conseguimos combatir el intrusismo en el transporte, que cada año es peor. Es un golpe sobre la mesa para arreglarlo de otra manera», dice.

Ribas asegura que por parte de la Policía Local se concentrará la presencia de agentes, aunque sea mediante «el pago de horas extras», durante «las horas en las que se concentran más vuelos» y habrá una coordinación con la Guardia Civil para evitar que coincidan los cambios de turno. Los agentes de los dos cuerpos puede levantar actas para que el Consell inicie un expediente sancionador.