Los 3.000 millones que no cuadran en las cuentas de Lulú Botero, hija de exministro detenida por presuntos vínculos con el narcotráfico

María Luisa Botero, vinculada con operaciones ilícitas de un conocido narcotraficante, fue capturada en su residencia por ser, presuntamente, testaferro de Ferney de Jesús Cardona, alias Soya

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María Luisa Botero, reconocida empresaria de la alta sociedad, fue capturada por estar ligada a la red de alias Soya - crédito @hollmanradioweb / X y Policía Nacional
María Luisa Botero, reconocida empresaria de la alta sociedad, fue capturada por estar ligada a la red de alias Soya - crédito @hollmanradioweb / X y Policía Nacional

A medida que avanzan los días, son más los detalles que se conocen de la operación conjunta entre la Fiscalía General de la Nación y la Policía Nacional en la que fue arrestado Ferney de Jesús Cardona, conocido en el ámbito delictivo como alias Soya y que terminó también con la captura de María Luisa Botero, hija del exdirector de Coldeportes, ahora Ministerio del Deporte, Andrés Botero.

Cardona, acusado de operar redes de narcotráfico y lavado de activos en favor del Clan del Golfo en Urabá y Medellín, fue capturado tras un operativo con cinco allanamientos simultáneos que también resultaron en la detención de seis individuos supuestamente vinculados a su organización criminal.

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Entre ellos, se encuentran Juan Salazar, señalado como el contador de Cardona, y Luis Molina, quien presuntamente administraba empresas fachada en Urabá para el blanqueo de capitales. Luz Arboleda, Victoria Bello (madre de Soya), Diana Reyes (esposa de Soya) y María Luisa Botero también fueron capturadas bajo diversas acusaciones relacionadas con sus vínculos con la red de Cardona.

De hecho, las investigaciones se centraron en la figura de María Luisa Botero, cuya vida personal y profesional la situaba lejos del típico perfil delictivo. Educada en los más prestigiosos colegios del país, con un trasfondo deportivo y académico notable, Botero fue atrapada en Rancho Apalache, un espacio dedicado a la enseñanza de la vaquería y criadero de caballos que operaba bajo su dirección y la de su pareja, Álvaro José Benoit.

María Luisa Botero Villa, hija del exministro Andrés Botero - crédito @hollmanradioweb / X
María Luisa Botero Villa, hija del exministro Andrés Botero - crédito @hollmanradioweb / X

La presunta relación de Botero y Benoit con Cardona ha sacudido a la opinión pública, no solo por el contraste entre sus actividades profesionales y las acusaciones que pesan sobre ellos por, presuntamente, servir como testaferros del narcotraficante del Clan del Golfo, sino también por la evidencia presentada, que incluye audios y fotografías y que sugieren una interacción más íntima con Soya, que iría más allá de la pura casualidad o profesionalismo.

De hecho, la Fiscalía acusa a la hija del exministro de servir como pieza clave para lavar el dinero producto del narcotráfico, aunque las pruebas siguen siendo materia de discusión, pues no existen movimientos que concuerden con el dinero recibido por Soya al comercializar hasta cinco toneladas de estupefacientes al mes.

Según comentó Lulú Botero, su relación con el narco inició apenas en 2019, cuando Soya se presentó en su academia de vaquería como un reputado ganadero, y que sus conversaciones no trascendieron de los negocios propios de su actividad, además de varios encuentros en eventos ganaderos.

Alias Soya constituyó empresas de papel en Urabá para darle apariencia de legalidad a sus reductos del narcotráfico - crédito Fiscalía
Alias Soya constituyó empresas de papel en Urabá para darle apariencia de legalidad a sus reductos del narcotráfico - crédito Fiscalía

Sin embargo, la Fiscalía contrapone esta versión con interceptaciones telefónicas y evidencia documental que sugieren una asidua comunicación y colaboración entre Benoit y Cardona. Entre estas, destaca un audio fechado en septiembre de 2023, donde se escucha a Soya discutiendo sobre transacciones de propiedades desde el teléfono de Benoit, así como fotografías de las dos parejas compartiendo en eventos sociales.

De hecho, las investigaciones del ente acusador también han relevado ciertas irregularidades en las cuentas de la pareja, que han alimentado las sospechas sobre su posible implicación en esquemas de lavado de activos.

Según cuenta el expediente, entre 2010 y 2022, Botero reportó ingresos por poco más de 4.500 millones de pesos, una cifra que, según sus defensores, no resulta extraordinaria dadas las tarifas de sus servicios educativos y el alquiler de las instalaciones de Rancho Apalache, pues el promedio sería una declaración anual de 346 millones.

No obstante, la Fiscalía señala una desproporción entre los montos declarados en renta y los movimientos bancarios, pues habría 3.413 millones de pesos que no fueron reportados, a pesar de que el dinero entró y salió de su cuenta sin mayores justificaciones.

“Entre 2010 y 2022 la renta líquida de ella ha aumentado 290 millones, ¿a usted eso le parece números de alguien que supuestamente es testaferro de un narcotraficante?”, planteó la defensa de Botero, que enfrenta el desafío de desmontar la narrativa de la Fiscalía sobre la supuesta conducta delictiva de su clienta y su pareja.

En todo caso, las autoridades también intentan descifrar si la hija del exministro del Deporte posee bienes no registrados legalmente, pues en los datos oficiales no existen movimientos después de 2018, cuando conoció al narco del Clan del Golfo.