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/Ellitoral.com.ar/ Opinión

Caso Varginha: el Roswell brasileño

Un increíble y sorprendente hecho se produjo en la localidad brasileña de Varginha en 1996, cuando el Ejército capturó, según firmes testimonios, a dos seres presuntamente extraterrestres, uno de ellos estaba vivo. Según el relato de vecinos del pueblo, de unos 100.000 habitantes,  el hecho se constituyó en uno de los más espectaculares casos de contacto ocurridos en Sudamérica.
ET. Así sería el extraño ser visto por las 3 testigos.

Por Francisco Villagrán

villagranmail@gmail.com

Especial para El Litoral

El asombroso episodio sucedió el sábado 20 de enero de 1996, en una soleada tarde, a las 15.30, en la pequeña localidad de Varginha, perteneciente a Minas Gerais cuando, según contundentes testimonios, un objeto volador, que fue visto por cientos de personas, se estrelló en los aledaños del poblado, quedando como sobrevivientes dos seres presuntamente extraterrestres, uno de los cuales murió por el impacto y el otro quedó vivo. El ejército brasileño rápidamente montó un gran operativo para atraparlos, especialmente al que quedó vivo. Los investigadores que siguieron el caso, aseguran que los ET, muy bien custodiados, fueron llevados rápidamente a la base militar de Tres Corazones, cercana al lugar. Todo esto fue negado, por supuesto, por las autoridades consultadas, aunque hubo algunos testimonios de militarse muy importantes que pudieron trascender.

Varginha es un importante centro cafetero ubicado a unos 300 km de Belo Horizonte y bastante más cerca de San Pablo y Río de Janeiro. En el día y hora mencionados, tres jovencitas descendían de un camino lateral, volviendo de caminar. Ellas eran Liliana Silva, de 16 años, su hermana Valquiria, de 14 y una amiga de ambas, Katia Andrade, de 22. Repentinamente, Liliana volvió su cabeza hacia un costado, al sentir un ruido y pegó un grito: una criatura extraña con una gran cabeza y tres protuberancias en la frente, con una piel viscosa, estaba a unos 7 metros, cerca de un muro que separaba el baldío de un taller mecánico.

Las chicas recuerdan que “la criatura estaba agachada, con los brazos metidos en medio de sus piernas, lo primero que vimos fueron sus ojos enormes y rojos, no era un animal, pero tampoco una persona, era una cosa horrible, parecía estar perturbada y temerosa, no hacía ningún ruido”. Esta criatura hizo un leve movimiento con la cabeza para mirarlas y allí las tres chicas salieron corriendo espantadas y gritando, hacia sus casas. Cuarenta minutos más tarde las hermanas regresaron con su madre, Luiza Helena Silva, de 38 años, a quien relataron el hecho. No encontraron nada en el lugar, ni rastros de la criatura descripta por las chicas.

La madre contó que “llegaron muertas de miedo, casi no podían hablar, dijeron que habían visto al diablo y estaban en estado de shock. En el lugar no encontré nada, sólo dos huellas enormes, aparentemente de pies, como de algo muy pesado, y un olor muy fuerte y penetrante como el de azufre”. La historia fue corriendo de boca en boca, hasta que un matrimonio que vivía allí cerca, dio fe a lo que contaron las chicas. Según ellos, la madrugada del 20 de enero, unas 14 horas antes del episodio relatado por las adolescentes, se despertaron por los aterrados mugidos de las vacas que cuidaban en esa propiedad des hacía unos años, en un valle cercano a la entrada a la ciudad. Creyendo que eran cuatreros, salieron inmediatamente a mirar y no vieron más que el ganado asustado, corriendo en todas direcciones. El esposo abrió la otra ventana, hacia el sur y se quedó asombrado: a unos 30 metros flotaba en el aire, en absoluto silencio, un objeto metálico de grandes dimensiones, similar a un colectivo grande, de forma cilíndrica y de color gris. Se movía lentamente hacia el sur, no tenía alas, ni luces ni dejaba humo o algo similar. Por casi media hora, el objeto se mantuvo así, ante el asombro del matrimonio, que no atinó a moverse, hasta que el extraño objeto desapareció lentamente tras unos morros. Según los investigadores, dos fueron los ET que aparecieron tras el incidente en Varginha. Uno fue el que vieron las chicas y el otro, probablemente muerto, fue retirado del lugar por los bomberos, para ser entregados ambos al Ejército, que hizo un amplio operativo de rescate, y los llevó a la base militar de Tres Corazones, donde se tuvo un tiempo los cuerpos de estos seres, hasta que posiblemente se los llevaron a Estados Unidos, para ser examinados a fondo.

Conclusión

A pesar de las negativas del gobierno brasileño, tanto el investigador Ubirajara  Rodrígues como la afamada ufóloga brasileña Irene Granchi coincidieron en que algo debía haber detrás de esta historia con muchos vericuetos, las autoridades niegan siempre y tienen muchas contradicciones en sus propios testimonios. Además, un grupo de cuatro hombres visitó a Luiza, la madre de dos de las chicas, para “sugerirle” que no hablaran más del tema. En realidad era uno solo de los hombres el que habló, los otros no dijeron nada, se quedaron un poco atrás, como respaldando a quien llevaba la voz cantante, dándole un poco de clima de misterio al momento, en que la mujer estuvo frente a cuatro desconocidos. Quien hablaba le ofreció una gran suma de dinero para que se callaran y no hablaran más del tema. “La plata será tanta -le dijo- que no podrá tenerla aquí, necesitará guardarla en un banco, ya nunca más tendrá que trabajar y podrá comprarse una buena casa para toda la familia”.

A cambio, doña Luiza tenía que desmentir el relato de sus hijas ante la prensa y autoridades. “Yo estaba muy asustada -cuenta- y como mi marido no estaba, porque salió a trabajar, yo asentí la oferta. Ellos prometieron volver para concretar lo ofrecido, pero nunca más aparecieron”. ¿Quiénes eran estos extraños personajes? ¿Agentes del gobierno? La versión de las chicas fue desmentida por las autoridades del gobierno brasileño, descartando la captura de todo animal o seres extraños. Entre la incredulidad de algunos, las negativas de otros y las declaraciones de los testigos, el caso Varginha fue creciendo a ritmo acelerado y se llegó a conocer en todo el mundo, gracias a los investigadores de ovnis de Minas Gerais y todo Brasil, Ubirajara Rodrigues y la excelente ufóloga Irene Granchi, quien no descarta la posibilidad de que el presunto ser sea un intraterrestre, lo que resultó una interesante hipótesis.

Incluso, se mandó una carta al mismo presidente de Brasil, pidiéndole que reconsidere la actitud de las autoridades, de negar el hecho en lo que han denominado “El Roswell brasileño” y que se diga la verdad, no pueden negar todo lo que vieron los cientos de testigos que hablaron, eso es simplemente tomarlos por tontos. Pero la respuesta a la carta nunca llegó, al menos oficialmente y el caso pronto pasó al olvido con el correr de los años. Así también pasó con otros casos ocurridos en todo el mundo y que nunca se aclararon.

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