Si en Porriño acaban de hallar una fortaleza romana en el Faro de Budiño, o al menos esa fue una de las primeras conclusiones a las que llegaron los arqueólogos que estuvieron trabajando en el lugar, desde ayer otro grupo de profesionales está excavando en el monte Saramagoso, en Mos, para datar cronológicamente una gran roca. Se trata del "Castelo Grande" de Mos, un yacimiento arqueológico, situado a 398 metros sobre el nivel, desde el cual se divisa el Valle del Louro, controlando de esta manera las rutas que atravesaban Galicia de norte a sur aprovechando la depresión meridiana.

"Esta fortaleza bien podría estar relacionada con otras situadas en las cumbres de los montes que coronaban amas riberas del Louro, como el Castelo de Cans, la fortaleza del Galiñeiro, el castillo documentado en el monte del Castro de Erville o la recientemente estudiada en el Faro de Budiño", explica Marcos Escudero, presidente de la Asociación Cultural Viaxamos no tempo promotora de esta intervención arqueológica, eje central de la programación de la XVII Festa da Prehistoria. Precisamente, "profesionales que trabajan en este último caso, cuyas muestras enviaron a Estados Unidos, están en contacto directo con los que estos días están en Castelo Grande y compararán los restos para determinar si son de la misma época". Y es que, con esta actuación, dirigida por Elena Taboada de Árbore Arqueoloxía, "se pretende datar el yacimiento cronológicamente, pues sabemos que es medieval pero este periodo histórico abarca muchos siglos, y también retirar la capa de líquenes, tierra y vegetación que oculta gran parte de la superficie de la roca para descubrir un sarcófago y una inscripción que aún permanece en el recuerdo de algunos vecinos de Mos", señala Escudero a la vez que explica que e l motivo de promover esta actuación ahora fue una gran tala de madera y que dejó libre de eucaliptos el monte y, por lo tanto, mucho más visible el entorno del castillo.

Se desconoce cuándo se erigió y también cuando se destruyó, "existe la creencia que fue derrumbado durante las revueltas Irmandiñas, sin que se pueda asegurar este hecho ya que el emplazamiento nunca fue investigado en profundidad, que es lo que ahora pretendemos", puntualiza.

Además de ser evidente por su propio nombre y porque también está catalogado como tal, también hace pensar que esa gran roca es resto de una fortaleza o torre de vigilancia los muchos rebajes hechos en la piedra, que se pueden apreciar a simple vista y que en su momento sirvieron para asentar los perpiaños de la edificación y otros elementos constructivos de madera. Además, aparece una gran cantidad de cerámica en todo su entorno.

Para todos aquellos que deseen conocer los trabajos y las explicaciones de los arqueólogos, mañana está programada una visita guiada que partirá a las 19.00 horas del parque de A Penacova.