Esta Crónica Religiosa está llena de lágrimas. Lágrimas de dolor pero también de esperanza. De dolor porque hemos visto como personas " sin sentido" han querido herirnos a todos los católicos con esas imágenes de vergüenza de las vírgenes . No han logrado lo que querían porque la vergüenza ha sido suya.
Ha habido también lágrimas de esperanza que hemos vivido personalmente en la ciudad siciliana de Siracusa, donde está el Santuario de la Madonna delle Lacrime. Un Madonna, una Virgen, que fue la gran protagodnista de un milagro en 1953.
Un matrimonio joven iba tener un hijo, pero la esposa estaba gravemente enferma. Los médicos diagnosticaron que si se salvaba a la mujer, el niño moría. La mujer ofrecio su vida a la Virgen y prefirió salvar la vida del niño.
En la habitación matrimonial, en la pared encima de la cama, había un cuadro de la Virgen. Inexplicablemente durante cuatro días de finales de julio de 1953, la Virgen del cuadro lloró y el milagro se produjo con la sanación de la madre y el posterior nacimiento del niño.
Los científicos por orden del Papa Pío XII, estudiaron el caso, analizaron las lágrimas y pudieron demostrar que eran humanas. Posteriormente hubo más milagros y el entonces arzobispo de Cracovia, Karol Wojtyla, visitó el lugar y al matrimonio en 1964, al finalizar los trabajos del Concilio Vaticano II. Wojtyla quedó tan impresionado que cuando fue elegido Papa, en octubre ee 1978, ordenó que siguiera el proceso, que culminó con su visita a Siracusa en 1994 para conagrar la basílica de la Madonna delle Lacrime.
Por eso, queridos lectores de El Imparcial, el que esto escribe al conicer las tristes noticias de nuestro país y aprovechando un viaje a Sicilia, ha querido acercarse hasta este Santuario y ha quedado reconfortado.
La Virgen llora de dolor, pero tambien sus lágrimas nos traen esperanza.
Si (
No(
