Insólito: pedaleó 500 kilómetros en la dirección equivocada

Martes 31 de Enero de 2017, 09:41




Algunos votan por el aire acondicionado. Otros, le ponen unas fichas a los hornos microondas. Están los que señalan el código de barras. Y los más chicos hacen fuerza por las consolas de juegos. La discusión sobre cuáles son los mejores inventos de las últimas décadas es interminable, pero no hay dudas de que el GPS bien podría estar dentro de los elegidos.

No importa el rincón del planeta en el que se esté. Tampoco la hora ni la fecha. Si bien en sus inicios fue utilizado con fines militares, hoy el Sistema de Posicionamiento Global (de ahí su nombre) está al alcance de cualquier mortal. Aunque, claro, hay excepciones. Y una de ellas se llama Yong, vive en China y acaba de convertirse en una celebridad en Qiqihar, el pueblito en el que nació y al que regresó para celebrar el Año Nuevo Lunar viviendo una verdadera aventura. ¿Qué le pasó? Veamos.

Buscando dar un paso adelante, Yong abandonó el lugar en el que nació y donde se crió hace ya diez años. El dinero no sobraba y era necesario trabajar. Es por eso que se instaló en Rizhao, en la provincia de Shandong, en la costa este del país. Desde aquellos días, se acostumbró a hablar poco y nada con sus padres. O mejor dicho, a ni verlos. Pero todo cambió el año pasado. O casi...

Luego de conseguir que los dueños de la fábrica en la que trabaja le dieran permiso para ausentarse, Yong decidió volver a su pueblo para celebrar, el 28 de enero, el Año Nuevo Lunar con los suyos. Obviamente, debía recorrer, en dirección norte, los 2.000 kilómetros que separan a Rizhao de Qiqihar pero entendió que todo esfuerzo valía la pena.

Sin los fondos suficientes para comprarse un pasaje de avión o aunque sea de micro, Yong planeó el viaje en bicicleta. Sí, en bici, algo habitual para él por tratarse de su medio de transporte diario y también para millones de ciudadanos chinos que viajan en dos ruedas para llegar a sus casas en este tipo de celebraciones.

Sin más espera, Yong partió el último 15 de diciembre rumbo a la aventura. Llevaba sólo lo necesario para un viaje casi interminable. Pero no se asustó, al contrario. Pedaleó día y noche, casi hasta terminar extenuado. Y durmió apenas cuatro o cinco horas por día, las indispensables para retomar fuerzas y seguir adelante, según detalló el diario South China Morning Post.

Y aunque se dio cuenta de que tenía problemas para interpretar o entender las señales de tránsito, no se detuvo. Sólo lo hizo a la fuerza. Es que un día (uno más para él), cuando circulaba por una autopista, lo interceptó un patrullero de la Policía. Luego de explicarle que no estaba permitido andar en bicicleta en esa vía, le preguntaron hacia dónde se dirigía. Y su respuesta dejó con la boca abierta a los oficiales. Y no era para menos: Yong se había equivocado de camino y estaba en la provincia oriental de Anhui, 500 kilómetros al sur del punto de partida.

Desconsolado y sin saber qué hacer, Yong se puso a llorar. Como un chico, sí. Y fue tal su tristeza que terminó por conmover a los policías que, impresionados por la tenacidad del visitante, lo llevaron hasta la estación de trenes del lugar. Una vez ahí, juntaron el dinero necesario para pagarle el pasaje y lo despidieron.

El fin de la historia fue con una sonrisa, ya que luego de dos días de viaje, Yong finalmente volvió a su pueblo. Con las piernas cansadas, sí, pero la felicidad de haber cumplido su objetivo más allá de que casi termina en la otra punta del mapa.




Fuente: http://muy.clarin.com/muy-curioso/insolito-pedaleo-kilometros-direccion-equivocada-195260.html