Empiezan las apuestas: ¿Qué tiara elegirá Beatriz de York para su boda?

Beatriz de York se encuentra viviendo un dulce momento. La hija mayor del príncipe Andrés y Sarah Ferguson acaba de anunciar su compromiso con el italiano Edoardo Mapelli Mozzi es prácticamente la última de los de su generación en contraer matrimonio, de hecho, hasta su hermana, la princesa Eugenia, le ha llevado la delantera, lo cual podría verse como una ventaja o como un inconveniente.

Es cierto que la Princesa se ha visto sometida a bastante presión en los últimos años por las bodas de sus respectivos primos, pero ahora ha llegado su momento y está dispuesta a que todo salga a pedir de boca. Aún no se conocen apenas detalles en torno a la celebración, solo que tendrá lugar en el Reino Unido -y no en Italia como se había especulado- y que la novia no quiere seguir la estela de las últimas celebraciones, por lo que Windsor queda descartado. Así las cosas, quedan unos cuantos lugares muy especiales para acoger la esperada boda, entre los que destaca la Abadía de Westminster o la Catedral de San Pablo, por no hablar de otras zonas de la geografía británica que no pueden descartarse por desconocimiento y que ofrecerían un escenario de cuento al día más especial de la Princesa.

El detalle más esperado

Al margen del lugar de la fiesta o del vestido, el otro gran secreto que todo el mundo espera conocer más pronto que tarde es si la novia se coronará con una tiara en su gran día. Por tradición más que por elección personal, las novias de la realeza pueden utilizar esta joya el día de su boda y a partir de entonces en compromisos de tarde -esto es, después de las 18:00. Debido a que la tiara está reservada a mujeres casadas, es más que probable que Beatriz quiera ‘estrenarse’ en su gran día.

Sin embargo, las posibilidades al alcance de la futura novia son múltiples, ya que su abuela le ofrecerá una pieza del joyero de los Windsor para su gran día. Es muy habitual entre los aristócratas en estos casos que, en caso de tenerla, la familia del novio ofrezca una tiara a la novia, como ocurrió con Kate Middleton o con Meghan. Incluso con Diana de Gales oSarah Ferguson , a quienes la reina Isabel obsequió con una joya de su colección en el caso de Lady Di, o regaló una nueva a Fergie. Diana prefirió usar una tiara propia porque su familia ya tenía una joya de estas características por herencia familiar.

Beatriz podría recibir como regalo por parte de su futuro marido una joya de este tipo, ya que no se sabe si los Mapelli Mozzi cuentan con una tiara entre sus arcas, aunque dada la situación de la Princesa, es muy probable que recurra a una de las alhajas de su madre o de su abuela. La razón es muy simple.

Cuando contrajo matrimonio la princesa Eugenia, todos esperaban verla ‘coronada’ con la tiara de los York, la pieza que la Reina encargó a Garrard con motivo de su boda con el príncipe Andrés. Una tiara de inspiración floral que Sarah lució el día de su boda oculta en un principio bajo una corona de flores. Sin embargo, el hecho de que Eugenia -la menor de las hijas de los Duques- no escogiera la tiara de su madre nos da una pista de que quizás quería cederla a su hermana por ser mayor que ella. Un bonito gesto que deja entrever cuál será la opción por la que se decante Beatriz. Pero el joyero real no se limita, ni mucho menos, a la York. Son múltiples las opciones que la reina Isabel podría poner a disposición de su nieta. ¿Cuáles son las más probables?

La tiara Strathmore Rose

Una tiara del siglo XIX que los reyes Isabel y Jorge VI obsequiaron a Isabel II por su boda. Sin embargo apenas la ha utilizado. Sería una elección perfecta para Beatriz ya que lleva muchos años sin ver la luz, como ocurrió con la bandeau que rescató Meghan Markle.

La tiara Lotus Flower tiara

Esta es una de las tiaras que ha llevado Kate Middleton después de su boda, aunque finalmente fue la Cambridge Lover’s Knot la que ha pasado a formar parte de su joyero y que antes perteneció a Lady Di. El estilo de esta tiara es muy moderno y se adapta tanto a la cabeza como a la frente.

La tiara fringe

Es la tiara nupcial de la reina Isabel y que después ha llevado también su hija la princesa Ana. La pieza, creada en 1919 se elaboró a partir de diamantes del rey Jorge III. La reina madre le cedió la diadema a su hija con motivo de su enlace con Felipe de Edimburgo y curiosamente, la corona sufrió un pequeño percance antes de la boda, que tuvo que ser reparada antes de que la entonces princesa partiese hacia la Abadía.