Dakar, 23 ene (EFE).- La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) inauguró hoy una planta de tratamiento ecológico de aguas residuales en la ciudad de Saint-Louis, en el norte de Senegal, el primer sistema de ese tipo que se instala en este país de África occidental.

Se trata de un proyecto llevado a cabo en el marco de la colaboración entre la Universidad Gaston Berger de Saint-Louis y la Fundación Solidaridad de la Universidad de Barcelona en la gestión sostenible de los recursos hídricos, iniciada en 2016.

Para su creación se han utilizado materiales naturales como piedras de sílex, grava y arena, que permiten ese proceso de filtrado de las aguas residuales procedentes de varios edificios de la universidad, como restaurantes, viviendas y residencias de estudiantes.

"Nosotros hemos localizado en Senegal esas gravas con la calidad necesaria, cuando para proyectos similares que se han ejecutado por otros actores han tenido que ser importadas", explicó a Efe el embajador de España en Senegal, Alberto Virella.

"Otra primicia es que se procesan las aguas sin una separación previa de los vertidos sólidos y plásticos. Otros prototipos requieren una separación previa", añadió Virella.

Además de esos materiales sólidos, se usan plantas para la última fase del tratamiento de las aguas residuales con el fin de que estas tengan la calidad que permite utilizarlas para el riego.

Este proyecto es una planta piloto de tratamiento que puede dar servicio al equivalente de una población de entre 50 y 100 habitantes, pero puede replicarse en una versión superior que beneficie a entre 2.000 y 10.000 personas, "tras un proceso de adaptación al contexto y circunstancias locales", dijo el embajador.

La iniciativa se enmarca en la contribución al cumplimiento del Objetivo de Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas (ODS) Número Seis, que busca garantizar la disponibilidad de agua y su gestión sostenible y el saneamiento para todos.

Saint-Louis y Matam, en el norte de Senegal, son dos regiones prioritarias para la AECID, que de 2013 a 2018 les ha asignado casi 18 millones de euros.

En Saint-Louis, la principal actividad económica es la pesca, pero está afectada por acuerdos pesqueros y el cambio climático.

La región de Matam, en el interior, es una de las más pobres de Senegal y se enfrenta a problemas como la desertificación, la malnutrición y el éxodo rural. EFE