SUCESOS
importación de productos prohibidos

Una rica heredera condenada a 160 horas de trabajo por contrabando de piel de serpiente

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Stephanie Scolaro @stephyscolaro INSTAGRAM

Hasta el juez Michael Gledhill mostró su desconcierto el lunes por el caso que juzgaba en el tribunal de Southwark de Londres. La juzgada, la joven heredera italiana Stephanie Scolaro (26), se hacía pasar por ajena al mundo que la rodeaba. De mirada altiva y dermatología artificial, Stephanie se declaró culpable de dos cargos de importación de productos prohibidos, dos de obtención de objetos adquiridos de forma ilegal y un cargo de venta de especies importadas ilegalmente. En total, Stephanie se dedicaba al contrabando de productos de piel de serpiente pitón que vendía por su cuenta de Instagram.

Las ventas que la Policía llegó a contabilizar por el contrabando de Stephanie ascienden a 17.000 libras (20.000 euros). La primera carga que se le interceptó en el año 2017 en el aeropuerto de Leipzig (Alemania) contenía dos bolsos y diez gorras hechas de piel de serpiente pitón, procedentes de Indonesia con destino a Reino Unido. Una segunda carga le fue incautada en el aeropuerto de Heathrow mientras ella, hija de un acaudalado italiano de la minería, tomaba parte en un programa de televisión del Channel 4 titulado Rich Kids of Instagram (Los niños ricos de Instagram) en el que herederos de todo tipo exhiben su estilo de vida y sus excesos.

El juez Gledhill, al estilo de un predicador, condenó a Stephanie a 160 horas de trabajo comunitario y la salvó de la cárcel diciendo lo siguiente: "A esta joven, por razones de muy distinta índole, se la come su propio ego. Durante toda su vida se le ha dado lo que quería. No piensa en cómo las serpientes pitones de Indonesia son despellejadas vivas poniendo en peligro la supervivencia de la especie. Eso no le pasa por la cabeza".

La investigación policial que generó el primer indicio del contrabando de Stephanie Scolaro, que además ha hecho de modelo de ropa de baño, descubrió que los productos importados ilegalmente por ella desde Indonesia acababan también en tiendas de lujo del barrio de Mayfair y Park Lane donde agentes policiales requisaron 35 gorras y bolsos que se vendían a 2.800 libras (3.200 euros) cada uno. Además, de las 160 horas de trabajo comunitario, la heredera italiana tendrá que pagar los beneficios generados por su comercio ilegal de piel de serpiente protegida. A Stephanie Scolaro le irá mejor exhibir biquinis y bañadores que meterse en el comercio internacional.

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