En Palermo, un nuevo y muy buen restaurante mexicano donde comer deliciosos langostinos asados

Freddy Morales, Antonio Bautista y Jesús Cabrera son mexicanos oriundos del Estado de Veracruz, la enorme tira de tierra engarzada en costa oriental del país, acariciada por las aguas del Golfo de México.

Sus historias, curiosamente, se cruzaron a siete mil kilómetros de distancia, en la ciudad de Buenos Aires. Tenían muchas cosas en común. Una de ellas es el amor absoluto por la cocina de su tierra, un recetario de elevado valor gastronómico que fusiona la materia prima del océano con la de los valles del interior, la fruta tropical, los chiles y el maíz.

Un ejemplo perfecto de mestizaje entre las culturas locales prehispánicas con la española y la caribeña. Esta raíz en común unió a los tres jóvenes en un proyecto que dio a luz, en el año 2019, al restaurante Ulúa.

Fue una apuesta acertada. Lograron salir de los lugares comunes estereotipados del modelo Tex-Mex y plantaron la semilla de una cocina mexicana más auténtica, sutil, cuidada, fiel a las secuencias de elaboración y atenta a los patrones del inmenso recetario tradicional regional del país nativo, aplicando delicados toques contemporáneos.

Cómo es el restaurante mexicano Aurelia

En el mes de noviembre del año pasado estrenaron una nueva idea, a la que se sumó Stephanie Schliesinger. Una fórmula que propone los sabores (adaptados a los ingredientes disponibles) de las costas mexicanas (este y oeste) y sus alrededores.

Una cantina esencial, donde no existen sombreros de mariachi, retratos de Frida Kahlo o piñatas y guirnaldas coloridas. La prioridad es la comida y su apego a las raíces. El menú es variado y sugestivo.

Qué comer en el restaurante mexicano Aurelia

Las empanadas de minilla (típicas de Vera Cruz) presentan una refinada masa de maíz nixtamalizado sutilmente crocante y un recado de pescado desmenuzado, húmedo y condimentado con alegría. Salen rociadas con hilos de crema, hebras de queso fresco, hojas de eneldo y polvo de chile seco.

El taco de chicharrón es un homenaje al interior veracruzano cercano a la costa. Tortilla de maíz nixtamalizado que abraza una lonja de panceta suculenta, anillos de cebolla, perejil, emulsión de palta, salsa taquera (tomate verde, chile, cilantro cebolla y ajo) y el infaltable gajito de lima.

El aguachile tatemado (Sinaloa) es una excitante explosión de sabores. Cubitos de pescado blanco y de pepino que se fusionan con un abundante jugo beneficiado por la presencia de limón, chile picante, palta y polvo de cenizas de chala de maíz.

Los langostinos al carbón (enteros y tamaño L1) asados y mimados por el marinado previo en chile y mayonesa son jugosos, sabrosos y adictivos. Una reminiscencia dedicada a la comida de playa de los chiringuitos del Golfo de México. Acompañar con las salsas de jalapeño rojo fermentado y de ají panca de la casa.

Atención cordial. Mesas al aire libre. Tequilas, mezcales y tragos (con y sin alcohol).